Es curioso tener que vivir siempre de un lado, conocer el nuestro como la palma de la mano e ignorar el otro por ser diferente. Siempre es así, lo bonito es lo bueno, lo feo es lo malo, pero entonces ¿Por qué suele ser al revés? No hay respuesta porque esta pregunta nadie la hace.
Se desean tantas cosas materiales y se rechazan tantos valores, que al poseerlos son como un tesoro encontrado en medio del desierto.
Todos nacemos sin riquezas pero éstas se van adquiriendo con la vida, con las experiencias. Es malo juzgar a alguien por su apariencia, pero cuando se le deja a un lado es como destruir una idea distinta.
No tengo la culpa de ser quien soy y no fue mi idea querer a alguien como tú, pero así sucedió y es demasiado tarde para ignorar al otro lado.
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