10 octubre 2009

La Cima

Veo tu rostro en la cima de una montaña nevada tan dificil de escalar.
Pretendo llegar a ti sin una cuerda que me impida caer en una profunda verdad.
Sin una ruta que me ayude a seguir el camino más adecuado.
Y sin una brújula que me diga si estoy en el norte o en el sur.
Sólo con una razón lo suficientemente fuerte que hará de escudo frente a los peligros de derrumbre que pueda sufrir.
Tomo un trago de agua pensando que será suficiente para calmar la sed por querer verte otra vez.
Espero que el sol caiga ante mí para otorgarle paso a la luna que me contará tus secretos.
Mis manos no se agotan de sostener el peso de mi cuerpo contra las rocas que forma tu vida.
De vez en cuando echaré un vistazo hacia atrás, para no perder la costumbre del fracaso y para no hacerme esclava de él.
El viento en mi rostro ayuda a borrar las dudas y miedos que tengo de tí ,y se irrán volando por aquel valle como notas de una canción olvidada por el tiempo.
Miro mi reloj y veo que el tiempo no pasa en vano, falta poco para que mis fuerzas se desvanezcan por completo.
Es entonces cuando vienen a mi mente el brillo de tus ojos ,y cayendo al vacio con mis ilusiones me doy cuenta que una parte de tí está en esa montaña, pero que la otra me espera con los brazos abiertos dispuestos a frenar mi caída contra el piso de la decilusión.



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